Todos los países construyen sistemas de alerta de la población contra amenazas de tipo general. Históricamente se ha tratado, principalmente, de amenazas militares (guerras, bombardeos, ataques con cohetes) y peligros causados por catástrofes naturales (inundaciones, tsunamis, terremotos). El desarrollo de la industria moderna comporta también riesgos causados por accidentes industriales, mientras que la situación actual en el mundo también suele provocar amenazas de ataques terroristas y militares.
A fin de hacer frente a las emergencias provocadas por estas amenazas, los Estados, representados por las instituciones competentes, disponen de diversos planes de emergencia que establecen los procedimientos y las medidas que debe adoptar el personal en cuestión. Estos planes incluyen procedimientos para notificar a la población mediante sistemas de alerta acústica. A pesar de la existencia y el uso de otras formas de difusión de los mensajes de alerta a la población en riesgo, como la televisión, la radio o los teléfonos móviles, los sistemas de alerta basados en sirenas electrónicas y provistos de su propia infraestructura de comunicación constituyen la forma más fiable y eficaz de alertar masivamente a la población de una zona vulnerable.